¿Qué une a las empresas que hacen I+D?

Todas las empresas que hacen I+D, sean del sector que sean y tengan el tamaño que tengan, comparten una serie de rasgos. Menciono a continuación una docena de ellos.

  • Su I+D es una actividad constante, que se repite año a año, con método y sistemática.
  • La I+D se basa en proyectos, a los que se asigna un presupuesto y un tiempo previsto de ejecución.
  • Tienen una sistemática participativa (con diversas unidades de la empresa aportando su opinión) para proponer proyectos y un método para valorarlos, que permite decidir si se asumen o no. Se valoran por ejemplo los riesgos tecnológicos y de mercado, cuantificando un amplio número de factores.
  • Unen el conjunto de proyectos en portfolios y los gestionan adecuadamente, buscando que sean equilibrados. Un portfolio de I+D equilibrado es un grupo de proyectos que lleva a que una empresa logre los objetivos de crecimiento y beneficios asociados a su estrategia corporativa sin que se exponga a riesgos indebidos. 
  • Trasladan la estrategia de la empresa a la selección de los proyectos y a la construcción de su portfolio. Si no hay un marco claro de selección de los proyectos, éstos se impondrán por presiones personales o por cuestiones emocionales, más que por razones estratégicas. Así pues, las empresas deben plasmar su estrategia en su portfolio. Pero además, sin ser conscientes de ello, acaban también reflejando en el su personalidad y su cultura. Por ejemplo, puede haber empresas que destinan un presupuesto de 100 millones a un solo proyecto y otras corporaciones que decidirán distribuir la misma cantidad en 10 proyectos. Hace tiempo leí un artículo que comparaba la manera de proceder de dos corporaciones empresas. Una era Merck y la otra SmithKline (antes de su fusión con Glaxo). Los autores mostraban que Merck (que tenía un rol de líder en el sector) era más optimista que SmithKline (cuya estrategia era de seguidor). Consecuencia de esa manera de ser, Merck concentraba recursos en menos proyectos, dianas y terapias. Además, eran iniciativas de mayor riesgo, ya que sus directivos, durante el proceso de selección, al cuantificar los factores que plasman los riesgos, les otorgaban valores más bajos. En cambio, SmithKline diversificaba su I+D entre un número mayor de proyectos y dianas y de menor riesgo. Con todo ello, las diferencias de líder y seguidor se realimentaban. Los gráficos siguientes resumen portfolios de una corporación, en simples matrices. La primera sitúa el porcentaje del presupuesto total de I+D de la empresa en distintas opciones, relacionadas con los mayores o menores riesgos de mercado y tecnológico. La segunda matriz plasma el riesgo y el retorno probable, diferenciando 4 tipos de proyectos: 1) Perlas (proyectos valiosos y sin riesgo), 2) Ostras (valiosos pero con riesgo), 3) Pan y mantequilla (cambios incrementales) y 4) elefantes blancos (los más problemáticos)
  • Las empresas que hacen I+D usan herramientas para gestionar los proyectos y los portfolios. Por ejemplo, una de ellas es Stage Gate, muy extendida gracias al trabajo académico de su creador, Robert G. Cooper.
  • Otras características son las siguientes: Matan proyectos. Es decir, una corporación debe afrontar la decisión sobre qué proyectos parar o eliminar del portfolio, algo tan importante como la decisión sobre qué proyectos asumir. No cancelar ciertos proyectos a tiempo supone una inadecuada gestión de la I+D.
  • Patentan, mucho más que las empresas que no hacen I+D.
  • Colaboran con universidades en I+D. Hay una obviedad poco comentada: Las empresas que necesitan I+D externa son las que necesitan y hacen I+D interna. Es decir, la I+D externa es complementaria a la interna, no substitutoria. Es algo que parece ser poco sabido por las universidades y los policy makers encargados de promover la relación Universidad – Empresa.
  • Incorporan doctores, publican y usan ayudas públicas para la I+D y para la I+D concertada o colaborativa

Esas empresas que hacen I+D comparten otra cosa, quizás la más importante: Son esenciales en una economía. Los productos sofisticados (resultado de la I+D) son los que empujan a las economías hacia los puestos relevantes en los rankings mundiales. Además, fomentan la exportación y otorgan gran resiliencia a esa actividad exportadora. Los países, más que nunca, necesitan a este tipo de empresas. 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.