Idaho está en la frontera con Canadá. Su geografía combina Montañas Rocosas y terreno llano, grandes praderas. Los mayores núcleos de población son Boise (la capital, con unas 240.000 personas), Nampa, Meridian, Idaho Falls o Pocatello. Lejos de todo, Idaho no llega a los 2 millones de habitantes. Está apartado de las dos costas, dónde se concentra gran parte de la población y la actividad (también tecnológica) de los Estados Unidos. En la economía de ese Estado, la agricultura tiene gran peso; produce un tercio de las patatas que se cultivan en el país.
Pero, si visitamos sus principales universidades (The University of Idaho, Boise State University y Idaho State University) nos daremos cuenta de que tienen una sólida formación e investigación en semiconductores. En 1997 la Universidad Estatal de Boise creó un programa de microelectrónica, el Idaho Microelectronics Manufacturing Research Center (IM2RC). La Universidad de Idaho tiene el Next Generation Microelectronics Research Center. Más recientemente se ha anunciado un nuevo instituto en la Universidad Estatal de Boise, el Institute for Microelectronics Education and Research. Este tipo de centros ayudan en el diseño y fabricación de dispositivos microelectrónicos.
¿Cómo es eso? ¿Idaho se dedica a formar a sus jóvenes para que marchen a otras partes del país? No, por supuesto que no. La cuestión es que Idaho no sólo produce patatas. A pesar de ser únicamente 2 millones de personas, el Estado tiene una importante actividad tecnológica. El número de empleos en semiconductores es seis veces superior a la media nacional. Idaho tiene actualmente 74.000 puestos de trabajo en la industria. De ellos, cerca de 8.000 pertenecen al sector de los semiconductores. En el documento 2024-Semiconductors-IDAHO podéis leer las iniciativas que se están desarrollando allí en el marco de la CHIPS and Science Act. Veréis que el texto no sólo habla de semiconductores. También de energía nuclear (en concreto, de pequeños reactores) y de la necesidad de agua para la industria.
La causa principal de la importancia de los semiconductores en Idaho y de todas estas iniciativas está en la empresa que describo en este post. ¿Qué es Micron Technology? Micron fue fundada en un sótano de Boise en 1978. La fundaron los gemelos Ward y Joe Parkinson junto con Dennis Wilson y Doug Pitman. Recibieron financiación de inversores y empresarios locales. Inicialmente orientados a servicios de diseño de memorias, en tres años pasaron a fabricar, con su primer chip producido en su planta de Boise. En 1984, la compañía ya cotizaba en bolsa.
Micron fue esencial para el desarrollo tecnológico de Idaho. Aunque, la primera pieza había sido la llegada de HP en 1973, con una fábrica de impresoras y soportes magnéticos. De las dos empresas (¡principalmente de HP!) surgieron spinoffs, que conformaron la dinámica empresarial de la región. Un análisis de la Dra. Heike Mayer, quién entonces estudiaba las regiones tecnológicas “second-tier” en Estados Unidos, afirmaba que HP y Micron asumieron el papel que en otras zonas han tenido universidades investigadoras de primer nivel. En sus palabras, esas empresas actuaron como “surrogate universities”, atrayendo talento, promoviendo la innovación y creando nuevas empresas. En 2005 había 1.334 empresas tecnológicas en la zona. Pero Mayer vio que el 77% tenían menos de 9 empleados. Mayer mapeó 455 de esas empresas tecnológicas y las llamó el TechBoise Universe. Las dos bolas azul y verde sobre las que orbitan gran cantidad de empresas son HP y Micron. La creación de empresas desde las universidades se aprecia mucho menos intensa.
Pero volvamos a Micron. Actualmente la empresa tiene 48.000 empleados, distribuidos en 18 ubicaciones alrededor del planeta, en países como Méjico, China, India, Japón, Corea, Malasia, Taiwán, Alemania, Francia e Italia, además de los Estados Unidos. La corporación tiene 11 plantas de fabricación. Factura unos 25.000 millones de dólares (para ponerlo en contexto, Intel factura 54.000 millones anuales). Micron es el único fabricante de memorias de los Estados Unidos.
Por supuesto, la empresa se ve inmersa en la redefinición del nuevo contexto geopolítico mundial. Así, en mayo de 2023, China prohibió la importación de las memorias de Micron fabricadas en Estados Unidos.
En el marco de la Chips Act, el Departamento de Comercio acaba de concederle una ayuda inmensa, de 6.500 millones, para respaldar los planes de la corporación de invertir 50.000 millones dólares en nuevas plantas para fabricar memorias DRAM de última generación en Boise y Nueva York. Se espera que esos proyectos generen 75.000 empleos en la cadena de suministro de semiconductores en Estados Unidos. De ellos, unos 20.000 serán en Idaho.
Micron dedica al año unos 3.400 millones de dólares a I+D. Por supuesto, colabora con universidades y centros de investigación. Por ejemplo, con el prestigioso IMEC de Leuven (el cual, recordemos, acaba de llegar a Málaga). También con el BSC de Barcelona, de manera recurrente desde hace años. Recientemente juntos han presentado la herramienta FAiNDER (Find comprehensive AI data and insights), fruto de su relación.
Por otra parte, tal como ocurre con todas las grandes corporaciones desde hace un tiempo, Micron no sólo está en permanente contacto con centros de investigación. También con startups. Micron Ventures es un fondo de 300 millones de dólares que invierte en empresas emergentes deep tech, que desarrollen soluciones avanzadas de inteligencia artificial y machine learning. Actualmente, tiene en su portfolio unas 20 empresas invertidas.
Hola. Conec una mica Idaho. Vaig estar uns dies a Idaho Falls al 2007. I vaig travessar-lo. Tot I conservar l’ambient “Rocoses/Praderes”, camps I natura, no té res a veure amb la seva veina Montana. Es notava molt, ara que ho detalles, aquesta influència, que llavors no vaig saber trobar l’origen, però era evident. Potser també ha influit ser proper a dos estats molt tecnològícs com Oregón I Washington (Microsoft, Boeing…). Un efecte semblant (salvant les distàncies) està passant amb Saragossa. S’està desenvolupant un hub logístic/tecnològic a seguir.
Hola Carles, gràcies pel comentari. És interessant això que exposes. Devia ser una bona visita. I si, efectivament, la proximitat a Seattle i a Salt Lake City els ajuda en aquest vessant tecnològic. Bon Any !!