Hace unos años escribí algunos posts sobre los 100 polos o clústeres más potentes de ciencia y tecnología que WIPO identifica en su Global Innovation Index Anual. El último era éste. Quiero volver a hablar de ese ranking, después de revisar la edición 2024. En concreto, quiero hablar de la posición que Madrid y Barcelona ocupan entre los principales 100 lugares del mundo dedicados a ciencia y tecnología.
Aclaro que el ranking sólo se basa en 2 indicadores: Número de publicaciones científicas y número de patentes PCT (en ambos casos, cubriendo 5 años anteriores, para evitar los efectos de volatilidad que puedan ocurrir en años concretos). Únicamente esos dos. Pero, esos dos, los fundamentales. Bajo mi punto de vista (y por supuesto, el de la WIPO), son suficientes para saber lo importante que es un territorio en ciencia y tecnología. Madrid y Barcelona aparecen siempre, desde la primera edición, entre esos 100 principales polos de ciencia y tecnología. Pero quiero mostraros los datos de los últimos años.
Nota: En el año 2022 se produce un cambio de metodología en cuanto a la selección de papers científicos. En ediciones anteriores se contaban abstracts, resúmenes de congresos, etc. En esta edición y las siguientes se pasó a contabilizar únicamente artículos de “investigación original”.
¿Qué veis en esas dos tablas? Pues que las dos ciudades (y principalmente Barcelona) están perdiendo puestos a marchas aceleradas. En 2018 estaban situadas en los puestos 38 y 42. Ahora, en 2024, en los puestos 48 y 55.
Las tablas tienen (parte de) la respuesta: Muy leve crecimiento en las publicaciones científicas y pocos cambios en patentes PCT. La otra parte de la respuesta está en lo que hacen los otros. Perder velocidad frente a polos globales muy activos supone descender en el ranking. Perdemos el vuelo.
Está todo dicho.
Las conversaciones en España no dan protagonismo a estos temas. Hablamos de otras cosas, hacemos otras cosas, en definitiva, sembramos otras prioridades y recogeremos otras cosechas.
Muchas gracias por la excelente entrada.
Gracias a ti Iñigo!