Tom Hockaday se refería hace poco a un interesante artículo científico: Systematic analysis of 50 years of Stanford University technology transfer and commercialization. Podéis descargarlo aquí.
El artículo analiza 4.512 invenciones (si, si, habéis leído bien: un número inmenso) surgidas de la investigación de la Universidad de Stanford, en los 50 años que van desde 1970 a 2020, todas ellas gestionadas por su unidad de transferencia de tecnología, la Office of Technology Licensing (OTL).
Varias conclusiones y resultados de ese excelente trabajo:
- Esas 4.512 invenciones fueron generadas por 6.557 investigadores – inventores.
- El número de investigadores involucrados en cada invención crece con el tiempo. Ello muestra que la actividad de investigación e invención es cada vez más colaborativa
- La proporción de mujeres inventoras, aunque ha aumentado con el tiempo, está aún muy por debajo de la proporción de mujeres investigadoras en Stanford.
- En 1980, la OTL comercializaba 4 invenciones durante todo un año. En 2020, fueron 250 las invenciones puestas en el mercado. La capacidad anual actual está pues a gran distancia de aquellos tiempos primigenios.
- Los ingresos netos totales que han supuesto esas 4.512 invenciones han sido 581 millones de dólares. Por tanto, los ingresos netos medios son de menos de 130.000 dólares por cada invención.
- Sin embargo, el 80% de las invenciones tiene unos ingresos netos negativos. Si, de nuevo habéis leído bien: la transferencia de tecnología no es un gran negocio. Debe ser considerada una actividad de interés público, alimentada por otro tipo de financiación, además de los ingresos de la propia comercialización.
- El otro 20% de las invenciones tiene unos ingresos netos positivos.
- La tabla siguiente muestra los ámbitos con los ingresos netos medios más elevados, a lo largo del tiempo.
- Mirando esa tabla, se aprecian dos cosas: La primera es que, por supuesto, los ámbitos más activos cambian con el tiempo, mostrando la evolución de los focos principales de la ciencia y la tecnología.
- La segunda es que las categorías o ámbitos con ingresos netos medios más elevados en la última parte del siglo XX tenían una media de 0,5 millones de dólares por invención. En cambio, un par de décadas más tarde, los ámbitos con ingresos netos medios más elevados tenían unas medias que rondaban los 0,1 millones de dólares.
- Sin embargo, hay que tener en cuenta una cuestión relevante: los ingresos son acumulativos con el tiempo. Es decir, las licencias de tecnologías recientes no han tenido aún tiempo de acumular ingresos.
- Alrededor del 20% de las invenciones han sido licenciadas (otorgadas para ser llevadas al mercado y a la sociedad) a empresas creadas por los propios investigadores – inventores (esas empresas a las que llamamos spinoffs y startups).
- El número de licencias a esas empresas creadas por los propios investigadores, aunque tiene oscilaciones puntuales (por ejemplo, tuvo un pico en los años antes de la explosión de la burbuja tecnológica), va creciendo con el tiempo.
- Las invenciones con los ingresos netos más altos suelen ser las licenciadas a esas empresas creadas por los propios investigadores.
- Gran conclusión pues: Las spinoffs y las startups son una de las mejores sistemáticas de transferencia de tecnología, también en el centro de este mundo tecnológico.