Startup Genome sitúa Barcelona entre los doce principales polos mundiales de videojuegos. Los otros once son Silicon Valley, Los Ángeles, Vancouver, Montreal y la ciudad de Quebec, Londres, Estocolmo, Helsinki, Malta, Bahréin, Beijing y Singapur.
El directorio de startups Barcelona Startup Hub de Acció recoge 76 startups de Barcelona en ese ámbito. Pero las empresas totales, incluyendo a las que no son startups, son muchas más. El análisis de referencia es el que elaboró el Institut Català d’Empreses Culturals (ICEC), el Libro Blanco de la Industria Catalana de los Videojuegos 2018. Acció de la Generalitat amplió ese análisis con una pastilla informativa sectorial sobre el sector presentada a mediados de 2019. El Libro Blanco dice que hay 140 empresas constituidas y 49 estudios sin entidad jurídica, pero con proyectos en desarrollo. El 82% de las empresas tienen menos de 10 años.
Esa -la juventud- es una de las características esenciales del ecosistema de videojuegos de Barcelona. Lo resume a la perfección Simón Lee, el CEO de la aceleradora Península y responsable de la aceleradora GameBCN. Él empezó a trabajar en Digital Legends en 2005. Comenta que, si hubiese perdido entonces su trabajo, le habría sido muy difícil encontrar otra posición. Había muy pocas empresas del sector en Barcelona.
Digital Legends Entertainment se creó en 2001. El equipo fundador venía de Rebel Act Studios y estaba liderado por Xavier Carrillo. El Libro Blanco citado dice que “desde los noventa Catalunya ha contado con estudios pioneros que han sentado las bases para el desarrollo de la industria, tales como Bit Managers, Digital Legends, Microjocs, Novarama, Enjoy Up y Cromosoma. Estos estudios han tenido un papel importante en la creación de un plantel de talentos, en una época en la que la oferta formativa en videojuegos era prácticamente inexistente”.
Esa formación, inexistente entonces, es hoy muy potente. Las Universidades del ecosistema han desarrollado una amplia oferta, de la mano del sector. Por ejemplo, volviendo a Simón, ya en esta década, él fue coordinador académico del Grado de Videojuegos del TecnoCampus de Mataró. Otras universidades como la Pompeu, la UOC, la escuela ENTI adscrita a la Universidad de Barcelona, la UPC, Girona y Vic tienen hoy grados o másteres de videojuegos. Esta oferta académica ha sido decisiva para que ahora tengamos en Barcelona uno de los 12 principales polos de videojuegos en el mundo, totalmente globalizado. El estudio del ICEC mostraba que el 83% de la facturación del sector proviene de marcados internacionales.
Ese auge ha motivado el interés y la presencia aquí de grandes empresas internacionales del sector. El mejor ejemplo es King, desarrolladora de los juegos Candy Crush o Bubble Witch. Fundada en 2003, inicialmente con sede en Estocolmo y ahora en Malta, estableció un estudio en Barcelona en 2012. Hoy tiene a 600 empleados en el distrito tecnológico 22@ de la ciudad. Representan el 30% del total de la plantilla de la empresa que se halla distribuida en diez ubicaciones alrededor del mundo.
Otras grandes compañías internacionales del sector con sede en Barcelona son la japonesa Bandai Namco, llegada en la segunda mitad de 2019, las francesas Gameloft y Ubisoft, la china IGG, que aterrizó en 2018, la británica Zeptolab, que habia llegado en 2017, el reciente unicornio americano Scopely, que hace muy poco ha anunciado que abrirá un nuevo centro en Barcelona, esperando llegar a las 300 personas en plantilla. Otros casos son la eslovena Outfit7, Riot Games, la empresa americana responsable de League of Legends o Tilting Point, la empresa de adquisición de usuarios de videojuegos. Todas esas compañías internacionales crean puestos de trabajo y consolidan el sector.
Por otra parte, startups locales han sido también compradas por grandes compañías internacionales. Los casos más remarcables son los de Social Point, creada en 2008 y comprada en 2017 por la estadounidense Take Two Interactive por 250 millones de dólares, en una de las salidas (exits) notables del ecosistema de startups de Barcelona. Antes, en 2015, la canadiense Imperus Technologies (ahora Tangelo Games) había comprado Akamon de Carlos Blanco por 26 millones de dólares.
Finalmente, contribuyen a la ebullición del sector los grandes eventos: NiceOne Barcelona (antes Barcelona Games World), Gamelab Barcelona (Congreso Internacional de Videojuegos y Ocio Interactivo) y el mismo Mobile World Congress.