Esta mañana me he reunido con Carlos Abellan, Cofundador y CEO de la spinoff Quside Technologies.
Quisiera remarcar en este post varias realidades que la conversación con Carlos me han puesto de manifiesto: su perfil, el centro de investigación del cuál surge, el ámbito temático al cual Carlos y su empresa se dedican….
Además, aprovechando que desde la Generalitat de Catalunya estamos trabajando en una Ley de Empresas Emergentes, Tecnología y Disrupción que contempla el problema que ahora os expongo, le he preguntado si durante sus estudios había estado en contacto con la investigación que se realizaba en su universidad o en los centros de investigación asociados a la misma. La respuesta ha sido…. “No, nunca. De hecho, conocí que existían determinados centros de investigación en Catalunya (por ejemplo, el ICFO) por parte de gente de fuera y cuando ya estaba fuera de la Universidad”.
Su respuesta me ha confirmado un gran problema en nuestra Universidad: La enorme distancia entre investigación y docencia. Expresado de otro modo, los estudiantes no pisan ni conocen la existencia de los laboratorios y centros de investigación. Esto supone un enorme obstáculo a la creación de la llamada Tecnología Hard o Deep. Deberíamos ser capaces de cambiar esto. Espero que la citada Ley de Empresas Emergentes, Tecnología y Disrupción corrija esto y motive o casi obligue a que los grupos, laboratorios y centros de investigación tengan constantemente estudiantes en prácticas.
Pero vuelvo a Carlos. Él es Ingeniero en Telecomunicaciones por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
Es también Doctor. Desarrolló su tesis doctoral en el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Castelldefels, un centro de excelencia mundial que además ha generado varias spinoffs. Estuvo ahí más de 5 años, primero como interno y después como investigador.
Recientemente, ha formado parte de la lista del MIT Innovators Under 35 en Europa, publicada el pasado diciembre. Un enorme reconocimiento y privilegio para él pero también para nuestro ecosistema de educación, de ciencia y de tecnología.
Fundó QUSIDE como una spinoff del ICFO. La empresa se dedica al ámbito emergente de la Cuántica. Si recordáis, mencioné QUSIDE en uno de mis posts recientes: La segunda revolución cuántica en Barcelona.
QUSIDE fabrica chips de tecnología cuántica para dotar del enorme grado de ciberseguridad que la revolución cuántica va a exigir a todos los dispositivos conectados (que sabemos que serán billones en el medio plazo, por el Internet of Things). Sabemos que los ordenadores cuánticos (que no están demasiados lejos) van a revolucionar este ámbito, ya que su ingente capacidad de cálculo podrá descifrar muy rápidamente cualquier algoritmo o tecnología criptográfica actual. ¡Llega una total disrupción en este campo! Y es urgente encontrar soluciones tecnológicas. QUSIDE se dedica a esto. ¡Tenemos un fabricante de chips en nuestro ecosistema!
La empresa está ubicada en el hub que la UPC tiene en Castelldefels, en concreto en el edificio RDIT. Mencioné este polo de tecnología en mi anterior post: Els hubs de tecnologia de Barcelona.
El ICFO, gente como Carlos, empresas como QUSIDE, polos como el de Castelldefels… nos garantizan un papel en ámbitos tecnológicos emergentes, el de la cuántica en este caso. ¡Enhorabuena a todos ellos!