¿Cómo trasladar a ejemplos lo que hemos contado en el primer capítulo del Manual de Gestión de la Tecnología? ¿Mostramos productos tecnológicos de empresas? Por ejemplo, el IPhone. ¿Es el IPhone un ejemplo de tecnología? No. No lo es. El IPhone es un producto de una empresa. Y ese producto concentra multitud de tecnologías. Entonces ¿Cómo podemos intuir esas tecnologías contenidas en el IPhone? ¿Lo desmontamos y describimos aquí en este libro todo su contenido? No. No conseguiríamos identificar ni describir las tecnologías que utiliza. A lo sumo, conseguiríamos describir los componentes físicos de ese dispositivo. Pero componentes y tecnología son algo distinto. Además…tecnología no es solo aquello físico, ni mucho menos. El software o los protocolos de comunicación son también tecnología. Y por supuesto… ¡también es tecnología el conocimiento y las habilidades de las personas! Una de las definiciones de tecnología dice que esta “incluye la habilidad para reconocer problemas técnicos, la habilidad para desarrollar nuevos conceptos y soluciones tangibles a problemas técnicos, los conceptos y los tangibles desarrollados para solucionar problemas técnicos y la habilidad para explotar los conceptos y los tangibles de una manera efectiva”. Esa habilidad y ese conocimiento del personal de Apple o de sus proveedores no los encontraríamos desmontando el IPhone y analizando sus componentes físicos. Entonces… ¿Cómo identificamos las tecnologías contenidas en ese móvil (sin preguntar a Apple)? Hay una forma que nos permite acercarnos un poco a la respuesta, al menos en este caso. Se trata de las patentes, que protegen todas las invenciones que hacen referencia al IPhone. Se estima que son más de 200 las patentes de Apple relacionadas con las distintas tecnologías que el IPhone contiene. Las patentes son por definición públicas, accesibles a través de la red. Soy consciente que las patentes protegen invenciones y de que no todas las invenciones son tecnologías. Además, hay tecnologías que se mantienen en secreto, ya que no pueden ser decodificadas y copiadas. Sea como sea, es una primera aproximación. En un móvil de Apple podemos encontrar -o dentro de poco tiempo vamos a encontrar- tecnologías como las siguientes:
- Pantallas flexibles, que se basan en la tecnología OLED (organic light-emitting diode) y en la tecnología AMOLED.
- Sistemas de carga por inducción, de carga inalámbrica, que se basa en que el soporte para la carga genera un campo electromagnético mediante una bobina de inducción. La bobina del teléfono móvil recoge la energía de ese campo.
- Están también bastante avanzadas tecnologías de carga inalámbrica de móviles a través del Wi-Fi.
- Se ha otorgado recientemente a Apple una patente para dispositivos electrónicos que utilicen metal líquido o vidrio metálico, un nuevo tipo de aleaciones cuya estructura no es cristalina. Esas nuevas aleaciones, esa nueva tecnología de materiales, será utilizada por Apple en distintos componentes de sus móviles.
- Más atrás, Apple desarrolló el Touch ID, una tecnología de identificación biométrica.Y más recientemente, Face ID, su sistema de reconocimiento facial basado en técnicas matemáticas.
- Apple dispone de una patente sobre un dispositivo de auriculares que regulan el ruido ambiental. A diferencia de los sistemas usuales, Apple ha desarrollado un sistema mixto, basado en unas válvulas que se abren o cierran para aislar el ruido exterior.
- Otros ejemplos de lo que contiene o puede llegar a contener el IPhone es una tecnología que permite la inserción de sensores de luz directamente en las pantallas de los dispositivos.
- Una tecnología de seguimiento de la mirada como método de entrada para la interfaz de usuario.
- Una tecnología de paneles solares en las pantallas táctiles de los teléfonos, para la recarga del dispositivo.
- Por supuesto, varias tecnologías de comunicaciones: 4G y 5G, wifi, bluetooth…
Un móvil como el IPhone es un producto complejo, que hace uso de múltiples tecnologías. Además, todas ellas de muy rápida evolución. Dentro de poco, quién lea este post encontrará seguramente que muchas de las tecnologías a las que acabo de referirme son ya antiguas.
Hay productos -de gran valor- que se basan en pocas o incluso una única tecnología (al menos, tal como la definimos en este libro). Por ejemplo, supongamos una compañía que mediante un enorme esfuerzo de I+D ha identificado y protegido mediante patente un biomarcador genómico para el diagnóstico precoz de un tipo de cáncer, por ejemplo el de próstata, que se basa en la combinación de distintos marcadores. El conocimiento que la empresa ha adquirido se convierte en una aplicación a través de un kit de diagnóstico tipo Elisa para detectar la presencia de esos marcadores en una persona. Curiosamente, a pesar del enorme esfuerzo investigador que hay detrás de una sistemática como esta, al final, se traduce en pocas tecnologías presentes en la patente y en el producto de esa empresa. En este caso, en el marco de este libro, hablaríamos por tanto de una “nueva tecnología para la detección temprana del cáncer de próstata basada en esos biomarcadores concretos”.
En este Manual vamos a utilizar en alguna ocasión el ejemplo de Oxford Nanopore, spinoff surgida de la Universidad de Oxford. Esta empresa cubre la necesidad de la secuenciación de ADN. Y esa necesidad ha sido históricamente cubierta mediante distintas metodologías, técnicas o tecnologías. Una de las primeras –que data de los años 70- fue la denominada secuenciación química. Posteriormente, aparecieron métodos tecnológicos como el método de terminación de la cadena o la pirosecuenciación. Actualmente, de la mano de Oxford Nanopore está llegando un nuevo enfoque: la secuenciación por nanoporos. Los nanoporos son agujeros nanométricos creados de manera sintética por proteínas. El ADN puede pasar por esos nanoporos y, al tratarse de un poro tan minúsculo, a medida que pasan por él las bases del ADN (adenina, guanina, citosina o timina), la corriente eléctrica varía, permitiendo la lectura del ADN. Esta es la esencia de esta nueva tecnología desarrollada y hoy ya comercializada por Oxford Nanopore. Esta nueva tecnología reemplazará a los métodos previos ya que permite una secuenciación mucho más rápida del genoma y también más viable y cómoda, que permitirá su extensión, con un uso masivo y rutinario. Hace pocos días escribí un post sobre la importancia de la investigación básica para sustentar este tipo de tecnologías y en concreto la de Oxford Nanopore. Aquí lo tenéis.
Ha aparecido la biometría como ámbito de trabajo para aportar conocimiento y soluciones a la necesidad del reconocimiento automático de personas. ¿Con qué tecnologías? Han aparecido muchos enfoques distintos y en cada enfoque se desarrollan tecnologías específicas: De reconocimiento facial, de reconocimiento del iris del ojo, de comparación de las huellas dactilares, de reconocimiento de la voz, basadas en la escritura de la persona, basadas en la forma de teclear en un ordenador, etc. Por ejemplo, en el reconocimiento de huellas dactilares, la referencia es el sistema o tecnología AFIS – Automated Fingerprint Identification System. Las empresas del sector desarrollan soluciones, productos concretos, ajustados a esa tecnología. Así, 3M tiene su solución CAFIS Cogent’s Automated Fingerprint and Palm Print Identification System.
El objetivo de este post es pues mostrar qué entendemos por tecnologías, mostrar el punto de vista que se adopta en este Manual en relación a este concepto. En los posts siguientes veremos cómo se conciben y gestionan esas tecnologías. Nos daremos cuenta de que las tecnologías son como las personas: Nacen, crecen y se desarrollan, maduran y llegan a la vejez. Mientras tanto, aparecen tecnologías jóvenes, dinámicas, con mayores prestaciones, que finalmente llegan a substituir a las anteriores. Y ese proceso es continuo, desde hace centurias. Lo que se percibe como común, en este proceso de mejora y substitución, es la necesidad que las tecnologías cubren. Por ejemplo, uno de los casos más utilizados –por su capacidad pedagógica- es el de los ordenadores. Se ha popularizado la Ley de Moore que dice que aproximadamente cada dos años se duplica la capacidad de integración de transistores en circuitos integrados. Seguramente es la visión más clara –por su enorme rapidez de cambio- de evolución de la tecnología. Pero… ¿cuál es la necesidad que esa evolución cubre? Pues… la capacidad de cálculo. La humanidad ha desarrollado constantemente nuevas tecnologías para aumentar esa capacidad de cálculo. Los primeros matemáticos calculaban los números primos mentalmente. Uno de ellos, ya en el siglo XX, dedicó toda su vida a la construcción de tablas de números primos. Todos ellos nunca imaginaron la enorme capacidad de cálculo que la humanidad llegaría a desarrollar poco después. Los ordenadores mecánicos, los electromecánicos basados en relés, los de tubos de vacío, los de semiconductores (a los que se refiere la Ley de Moore)… cada una de esas tecnologías ha ido incrementando brutalmente la capacidad de cálculo que la humanidad necesitaba. Hoy las tecnologías digitales, basadas en semiconductores, están llegando a su límite. Se adivinan nuevas tecnologías totalmente distintas: la computación cuántica, que podría substituir los 0 y 1 propios del mundo digital por el concepto de cúbit o bit cuántico.
El elemento común es pues la necesidad (capacidad de cálculo en este ejemplo). Y alrededor de la misma van apareciendo y desapareciendo tecnologías con su correspondiente ciclo vital. La muerte de una tecnología suele únicamente ser por aparición de una nueva joven tecnología que aumenta las prestaciones de la anterior.
La necesidad del almacenamiento de datos digitales es otro ejemplo de las múltiples y evolutivas tecnologías que han aparecido para darle respuesta: Cinta magnética, tambor magnético, núcleo magnético, cassette, disco duro, disquete de 8 pulgadas, CD, DVD, etc. Si estáis interesados en más información al respecto, podéis consultar History of Data Storage Technology by Zetta Staff (2016).
Comentaremos en otro post el ejemplo del mundo de la aviación, con la tecnología del motor de pistón y la posterior tecnología del motor de reacción. La iluminación eléctrica se ha basado en la tecnología de incandescencia, lámparas de descarga de gas y lámparas LED. Los micrófonos han sido de carbón, de cinta, dinámicos y digitales. Es conocido el caso de la fotografía, por tecnología analógica o digital. En tecnologías de comunicaciones, DSL (Digital Subscriber Line), tecnología FTTH (Fiber To The Home), etc. etc. Es imposible mencionar ni una pequeña parte del gran número de tecnologías que forman parte de nuestra vida diaria. Pero si que podemos entender como se crean, valoran, protegen, venden y explotan. Este es el objetivo de este Manual.