Ayer se presentó el GEM 2017 de Catalunya. El informe GEM – Global Entrepreneurship Monitor es un observatorio mundial del emprendimiento, iniciado en 1999 por el Babson College y la London Business School. A este proyecto se le han ido sumando los grupos de investigación de las principales universidades del mundo que trabajan en este ámbito. Catalunya lleva en el GEM desde 2003. El informe presenta información sobre los valores, las percepciones y aptitudes de la población adulta activa, la actividad emprendedora y sus características y el contexto en el que se desarrolla el proceso emprendedor. Uno de los grandes valores del GEM es que la metodología se aplica a diversas zonas del mundo, de manera simultánea. Ello permite una comparativa. En esta última edición han participado 54 países, que representan el 68% de la población mundial y el 86% de la renta.
El GEM catalán es fruto de una colaboración entre la Diputación de Barcelona y la Generalitat de Catalunya. La ejecución del estudio recae en el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona y en el departamento de Empresa de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)
¿Qué nos ha dicho este último GEM? Cosas como las siguientes:
La Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) de Catalunya es del 8,03%, 1,76 puntos superior a la española y casi dos décimas superior a la europea, aunque que aún menor que la de los países basados en la innovación (9,20%). La motivación del emprendimiento por oportunidad (quien emprende lo hace porque tiene una idea, no por necesidad) se sitúa en el 4,6% y confirma el cambio de tendencia que se inició en 2015. Se observa también una clara tendencia a la mejora de los principales indicadores referentes a la calidad del emprendimiento: dimensión esperada de las empresas recién creadas, grado de novedad de sus productos y servicios, intensidad exportadora, aumento del peso del sector transformador y una cierta contención en los servicios a los consumidores. Otro hecho destacable es que en este periodo ha aumentado la participación de mujeres emprendedoras, después de unos años de mantenerse estable en el 6%. De hecho, las TEA son 8,9% la masculina y 7,1% la femenina, un registro, este segundo, que sitúa a Catalunya por encima de la media europea (5,8%).
Pero la publicación contiene mucha más información. Por ejemplo, en la parte final, el estudio remarca que la consolidación de un potente ecosistema emprendedor alrededor de Barcelona posibilita la creación de empresas emergentes (startups), la atracción de talento y la atracción de centros de innovación de grandes multinacionales. Precisamente, estas últimas semanas hemos visto cómo los medios de comunicación hervían de noticias sobre la llegada de estas grandes empresas tecnológicas mundiales a Catalunya:
- Facebook, con 500 nuevos empleos
- Microsoft, con su laboratorio de cuántica
- Moodle, con su unidad europea
- Chartboost, del sector de los videojuegos
- Satellogic, del sector del espacio
- Lidlt, con su negocio digital a nivel europeo
- Siemens anunciaba hace justo dos días la instalación de su hub de innovación digital en nuestro ecosistema
- Cosa que un par de años antes había hecho Nestlé. Pero de hecho Nestlé también ayer mismo anunciaba que cerrará el hub digital de Suiza y reforzará el de Barcelona.
La llegada de todas estas empresas supondrá a corto plazo unos 1.000 empleos tecnológicos en Catalunya. Una gran inyección de actividad.
Pero…. ¿por qué vienen a Barcelona estas empresas?
Estas grandes tecnológicas mundiales siguen el talento. Y Barcelona se ha convertido en un gran polo emprendedor global. Catalunya está madurando una economía de startups. Y además lo hace en un contexto de dificultad de concreción de ciertas palancas. Catalunya es un país emprendedor regido por reglas lejanas propias de Estados que lo son poco.
Os muestro qué quiero decir con un hecho curioso. Barcelona es uno de los grandes hubs europeos de emprendimiento. ¿Cuáles son los otros? Londres se encuentra en la primera posición. París y Berlín están detrás. Barcelona compite con Amsterdam y Estocolmo, en un grupo que conforma la cuarta posición europea. Otros, más atrás, son Helsinki, Dublín, Tallin, Estambul o Madrid. Fijaos en una característica relevante que comparten todos los demás grandes polos de emprendimiento a los que me acabo de referir, pero no Barcelona: Todos los grandes hubs de emprendimiento europeos son capitales de estado. Barcelona es una excepción.
La falta de palancas se hace evidente en algunas de las respuestas del GEM. Por ejemplo, los expertos entrevistados dicen que el principal obstáculo para el emprendimiento son las políticas públicas. Pero dicen también que aquello que más valoran los emprendedores son los programas públicos. Principalmente los de proximidad, locales y autónomos. Catalunya puede incidir en los programas de emprendimiento pero está lejos de tener todas las palancas de política pública de emprendimiento.
Tener un espacio político propio es muy bueno para un ecosistema de startups. Los grandes ecosistemas emprendedores competidores de Barcelona tienen palancas más directas, más decisivas, sobre su propia actividad. Y esto quiere decir cercanía a:
- Definición de la estrategia del ecosistema
- Establecimiento de tasas, impuestos e incentivos específicos
- Política de inmigración
- Establecimiento de reglamentación y legislación específica para startups
- Atracción de determinados proyectos. Recuerdo por ejemplo que los Google Campus tienen por política instalarse en capitales de Estado.
Emprendimiento es una expresión de libertad. No sólo de libertad económica. También de libertad individual y colectiva para crear, para aportar. Y de libertad de ciudades y territorios de querer ser competitivos globalmente en la nueva economía de las startups.