Podemos tratar esta cuestión, al igual que hemos hecho en algún post anterior (ver por ejemplo este post), como una cuestión social, como un nuevo orden en el que los individuales tienen un papel distinto en la sociedad. También podríamos tratar este tema desde una óptica de gran red de conexiones, de cultura y de eventos. Pero aquí interesa remarcar un ecosistema desde una visión económica. Desde esta óptica, un ecosistema emprendedor es un entorno activo en creación de empresas y, hoy particularmente, en empresas orientadas al crecimiento, las startups. Existen tres elementos esenciales en un ecosistema: 1) El TALENTO. Ese talento proporciona el flujo emprendedor, que permite generar las propuestas de nuevas startups, y también el personal científico y técnico necesario para integrarse en las mismas y garantizar su crecimiento. 2) El DINERO, y 3) La posibilidad de concretar la salida, los EXITS.
Un ecosistema emprendedor se puede simplificar por una caja dentro de la cual hay startups en distintos estadios de evolución. Entran en esa caja:
- Nuevas ideas, inquietudes, concreción de oportunidades, propuestas de empresas, por parte de los emprendedores. Entra también la voluntad de dedicación de tiempo de esos emprendedores a sus ideas y propuestas
- Dinero, aportado por los inversores
Y salen de ella las propuestas exitosas y las propuestas fallidas:
Las propuestas fallidas son aquellas que no logran la supervivencia y el éxito esperado. Pero la clave de un ecosistema emprendedor es conseguir que los emprendedores que “fracasan”, lo intenten de nuevo. Lo harán con más experiencia y seguridad, con más posibilidades de llegar al éxito en la próxima ocasión.
Las propuestas exitosas son aquellas que consiguen concretar un Exit, la salida, el momento en que los emprendedores y los inversores pueden monetizar el tiempo y el dinero dedicados al proyecto. La salida se puede concretar básicamente por 1) Adquisición de la startup por parte de una gran compañía y 2) Salida a cotizar en bolsa. Los actores de éxito (emprendedores e inversores) realimentan de nuevo el proceso.
Un proceso económico
En esta visión de un ecosistema emprendedor, la creación de startups se convierte en un proceso económico para la ciudad o región que acoge ese ecosistema. Ideas, propuestas incipientes se convierten, con tiempo y dinero, en retorno económico para esa ciudad o región. Pero se trata de un proceso económico de alto riesgo, de gran incertidumbre. Ello es así ya que las propuestas que desarrollan las startups son por definición altamente innovadoras, disruptivas. Cuando tienen éxito, generan cambio acelerado y alto potencial de retorno.
La aceptación social del fracaso es un output, un resultado de ese proceso. Cuando la ciudad o región y la sociedad correspondiente entienden lo que significa ese proceso económico, aceptan que el fracaso es un resultado altamente probable para los emprendedores e inversores que deciden participar en ese proceso. El fracaso no es un input. No se construye un ecosistema cuando la sociedad ha aceptado culturalmente el fracaso. Es al revés. Cuando se tiene un ecosistema en funcionamiento, la sociedad concibe el fracaso. Evidentemente, esto hace que el trabajo de los pioneros en la construcción de ecosistemas (emprendedores, inversores, etc. etc.) sea muy desagradecido.
Un ecosistema se realimenta y aprende. Cuando se acepta el fracaso y se admite que en ese proceso pocos llegan, las startups fallidas generan emprendedores con más experiencia, con ganas de intentarlo de nuevo, esta vez con mayores garantías de éxito.
La mencionada caja, el ecosistema, es por tanto un artilugio (insistimos, un proceso económico) que convierte ideas, tiempo y dinero en compañías sólidas que se venden a otras compañías o pasan a cotizar en mercados bursátiles. Dentro de ese mismo artilugio existen un conjunto de piezas y debe darse un abanico de procesos. Un ecosistema emprendedor se puede simplificar con la información siguiente:
- Número de startups en el ecosistema
- Número de nuevas propuestas anuales que entran en el sistema
- Volumen de inversión, desde pre-seed hasta rondas avanzadas
- Relación de las principales inversiones
- Entidades de formación en emprendimiento
- Aceleradoras, incubadoras, venture builders, mentores…
- El entorno de la consultoría especializada: agentes de patentes, abogados especializados en tecnología, colocadores de bolsa…
- Actos, eventos, foros de inversión
- Programas de Corporate Venturing
- Volumen y relación de los principales exits
Estos factores permiten además la comparativa rápida entre ecosistemas. Por ejemplo, la comparativa de los ecosistemas de Barcelona (Catalunya) y de Tel Aviv (Israel) a mediados de 2016 era la siguiente:
Variables concretas utilizadas para comparar ecosistemas
Startup Genome (antes Compass), la empresa referente mundial en el análisis de ecosistemas, plantea un conjunto mucho más detallado de variables, unas 50, las cuales se dirigen a estadios más maduros de los ecosistemas y permiten su comparación y estudiar su evolución.
Las variables utilizadas por Startup Genome son las siguientes, agrupadas en 6 bloques: 1) Ejecución, 2) Financiación, 3) Talento, 4) Mercado y crecimiento, 5) Experiencia de las startups y 6) Demografía
- Número total de startups
- Número de startups per cápita (densidad)
- Valor económico total del ecosistema
- Valor económico por startup
- Suma total de los Exits
- Crecimiento de las valoraciones de las startups a lo largo del tiempo
- En startups B2B o B2C de fase semilla, número de clientes que pagan
- Valoraciones totales de los foros de inversión
- Suma total de inversiones en el ecosistema
- Valor medio de las inversiones en fase seed
- Valor medio de las inversiones en series A
- Dilución en fase seed
- Dilución en series A
- Rondas de financiación hechas solo con inversores locales
- Rondas de financiación hechas con inversores globales, provenientes de los ecosistemas líderes
- Distribución de las inversiones totales por rondas
- Tasa de abandono desde Seed hasta Series C
- Porcentaje de las startups financiadas, por ronda
- Rating del ecosistema en valoraciones internacionales de talento
- Tiempo necesario en días para contratar ingenieros
- Porcentaje de los empleados con experiencia en startups
- Salario de un ingeniero
- Ranking del ecosistema en cuanto a disponibilidad de programadores
- Ratio de concesión de las solicitudes de inmigración
- Tiempo de inmigración en días
- Crecimiento de la facturación a lo largo del tiempo
- Implicación de las corporaciones tradicionales como clientes principales
- Equilibrio Mergers & Acquisitions (M&A) frente a IPOs
- Porcentaje de los recursos de ventas y marketing focalizados en clientes globales
- Porcentaje del equipo de ventas y marketing focalizado en mercados globales
- Porcentaje de los clientes que pagan que pertenecen a mercados globales
- Porcentaje de clientes extranjeros
- En proyectos B2B y B2C, porcentaje extranjero del tráfico de la red
- Número de idiomas para las que se ha creado el producto
- Cuáles son esos idiomas
- Porcentaje de trabajadores extranjeros
- Mercado más importante
- Porcentaje de mentores del ecosistema con acciones en las startups
- Porcentaje de fundadores con experiencia previa en Unicornios
- Porcentaje de startups con opciones para el 100% de los empleados
- Porcentaje medio de empleados del ecosistema que reciben opciones sobre acciones
- Porcentaje de startups con un fundador de perfil técnico
- Porcentaje de fundadores con experiencia previa en la industria
- Porcentaje de fundadores con estudios empresariales
- Porcentaje de emprendedores en serie
- Edad media de los fundadores
- Porcentaje de mujeres fundadoras
- Porcentaje de fundadores licenciados o doctores
- Porcentaje de fundadores sin grado académico
Esta relación de variables traslada varias ideas
La primera es que se puede llegar a simplificar un ecosistema a un único número: su valor económico, ¿cuánto valen las startups de ese ecosistema?
Por otra parte, es fundamental la disponibilidad de talento (ingenieros, técnicos, científicos) y el tiempo necesario para contratarlos. Un ecosistema debe proporcionar suficiente personal para alimentar todo el proceso. Esa es la clave fundamental. La más importante. A partir de ella, ocurre todo lo demás.
Pero importa también el origen de esos ingenieros. La multiculturalidad es, por definición, otra característica esencial de los ecosistemas emprendedores. Hoy los nómadas digitales son la expresión más curiosa de ese rasgo. Un ecosistema emprendedor de éxito garantiza la llegada de emprendedores y de especialistas globales, permite su integración administrativa (trámites de inmigración) y social.
La diversidad de lenguas es por tanto otra característica. Por supuesto el inglés es el idioma principal de uso diario en cualquier ecosistema maduro, de cualquier país.
Los ecosistemas compiten globalmente con otros ecosistemas. ¿De qué forma? Por ejemplo, atrayendo fondos inversores globales que buscan lugares donde asentarse y operar. En este caso concreto, esos fondos buscan propuestas de calidad, en las que la inversión sea atractiva (es decir, la valoración sea baja) y dónde los recursos para desarrollar las propuestas sean baratos. Los salarios son por tanto un elemento de competitividad. Hoy un ecosistema puede ser interesante para el capital global por tres motivos: 1) Por tener oportunidades de calidad (startups interesantes), 2) Por el coste de las inversiones (es decir, por tener unas valoraciones adecuadas) y 3) Por el coste de desarrollo de las startups (sueldos, etc.).
Se supone también que los empleados deben participar de las aventuras. Por ese motivo, las opciones sobre acciones o participaciones son un elemento a medir.
Finalmente, el proceso de emprendimiento tiene su mayor activo en el hecho de que puede y debe ser repetitivo. El ecosistema deberá disponer de emprendedores en serie.
Peligros para los ecosistemas
La modelización indicada sugiere los peligros esenciales que “acechan” a los ecosistemas de emprendimiento:
- Una falta de talento emprendedor
- Falta de inversión
- Imposibilidad de concretar los Exits, las salidas. Por ejemplo, por falta de interés de las grandes corporaciones, cuyas actividades de corporate venturing han demostrado ser cíclicas a lo largo de las últimas décadas.
Pero yendo todavía más allá, con el modelo indicado en este apartado el propio concepto de emprendimiento adivina sus límites. Al respecto, tocaría preguntar qué número anual de exits es capaz de asumir el mundo entero. Asumamos que hoy existen 100 ecosistemas emprendedores relativamente consolidados. Es una cifra redondeada y supuesta pero que seguramente no queda lejos de la realidad, recordando que Startup Genome, por sí sola, tiene plenamente identificados y estudiados a más de 60.
Asumamos que de media esos sistemas generan cada año 30 exits, es decir, 30 propuestas de startups que han seguido su ciclo de maduración, que se han evidenciado como exitosas, que han conseguido concretar un modelo de negocio sólido alrededor de un producto o servicio innovador, disruptivo y que han sobrevivido a lo largo de ese camino. En ese supuesto, serían por tanto, 3.000 adquisiciones o IPOs anuales de startups relevantes. La pregunta que toca formular en este punto es la siguiente: ¿Es asumible ese gran número de operaciones anuales en el mundo actual?
Seguramente la respuesta está relacionada con la evolución exponencial de la tecnología a la cual nos hemos referido en anteriores posts. Si ese modelo de generación de tecnología a través de las startups perdura y además se generaliza, da como resultado un muy elevado número de innovaciones que se trasladarán a la humanidad en las siguientes décadas.